sábado, 22 de julio de 2017

La importancia de la responsabilidad social y ética del administrador. Actividad 1.



CASO TAM


Implicaciones de la Teoría de las Relaciones humanas.
Dirigida cuidadosamente por el comandante Rolim hasta su muerte, TAM fue considerada empresa del año por la revista Exame. La cualidad más destacada de la TAM es la informalidad. La identidad de la empresa se confunde con la de su presidente, como si él estuviera pilotando el avión en cada una de las cabinas. Es una empresa orientada al cliente y con cultura propia: el estilo TAM de volar y de tocar la empresa.

Ésta recibe a diario 500 hojas de vida de candidatos, a quienes atrae la mística de una empresa dinámica y emprendedora. TAM es una de las empresas brasileñas que más Invierte en entrenamiento. Cada tres meses gradúa 40 sobrecargos, que cada año retornan a las salas de entrenamiento durante 20 días. El equipo de a bordo responde por la limpieza y preparación de la aeronave. La inversión anual en entrenamiento alcanza diez millones de dólares, equivalente a la inversión en publicidad. Gran parte de esta suma se invierte en cursos de pilotos en el exterior. Para formar un piloto de un Fokker se requieren no menos de 50 000 dólares. Pero esto no indica que los funcionarios tengan un empleo para toda la vida y tranquilo. La rotación de personal de la primera línea es bastante elevada. Cada año se sustituye 25% de los sobrecargos y 800 empleados de mostrador. ¿A qué se debe esta situación? La relación diaria con los pasajeros desgasta y no se puede contar con empleados malhumorados para atender a los clientes. En este aspecto, TAM sigue una línea semejante a la aceptada por Mc Donalds y Singapore Airlines.

El arte de encantar al cliente es la combinación de una cultura de informalidad y una disciplina monástica. La informalidad en la TAM se remonta a las primeras experiencias del comandante Rolim, que estuvo en contacto directo con sus pasajeros durante varias décadas cuando fue piloto de aero taxi.

En cuanto a la disciplina del personal, TAM realizó un estudio científico de todas las etapas. Etapas de la relación del cliente con la empresa desde el momento en que toma la decisión de viajar. Se descubrió que se realizan 16 contactos, en promedio, desde cuándo realiza la llamada para reservar el pasaje y el momento en que reclama el equipaje en el aeropuerto de destino.

Después TAM busco garantizar un nivel de satisfacción adecuado en cada uno de los contactos del cliente con la empresa para garantizar atención excelente y satisfacción.

CASO DE LA FABRICA DE ZAPATOS ZOLLINGER

Cuando se encontraba de paso nacía la cantina de la empresa el señor Rolf Sommer tuvo noticias de que habían surgido dificultades en una de las cadenas en las que recientemente se habían introducido algunas innovaciones.

El señor Sommer es director de la empresa en el Departamento de fabricación de la fábrica de zapatos de Zollinger. La señora Weber, una de sus responsables, le comunicó que había que tomar alguna medida. La innovación introducida, de la que aquí se va a hablar, nace de la existencia de nuevos planes de fabricación diseñados por la "Oficina de preparación de trabajo y organización" de la empresa.

Rolf Sommer estuvo informado permanentemente, bien a través de la señora Weber, como también a través de los diferentes colaboradores del departamento de organización arriba mencionado. El señor Sommer estudió detenidamente estos informes sobre los que hizo un "reporte" de trabajo. Lo que verdaderamente le interesó fueron las cifras de producción de cada una de las cadenas de fabricación. De todas las conversaciones mantenidas y de las informaciones disponibles se dedujo la situación siguiente:

En conjunto se habían establecido en la nave de fabricación 40 cadenas de producción en las que se fabricaban diferentes tipos de zapatos. En cada una de estas cadenas trabajaban 13 mujeres y se les había prescrito un determinado número de zapatos lo que constituía la norma que se debiera alcanzar de producción. De entre las 13 trabajadoras una de ellas ejercía la función de preparar el material.

La tarea de estas preparadoras consistía en preparar la plantilla interior de los zapatos para poder continuar las distintas fases del proceso de fabricación. Unos peones traían estas plantillas en montones que provenían del departamento de almacenamiento. En el período previo al que se hizo el cambio arriba mencionado, estos peones se dedicaban a rasgar el papel protector que existía entre las diferentes plantillas interiores de los zapatos. Esta operación se realizaba antes de que este material se introdujese en la cadena de fabricación. Estos papeles de protección se pegaban en las plantillas de los zapatos y frecuentemente se hacía difícil el quitarlos.

Después de realizar la modificación organizativa arriba mencionada las encargadas tenían que realizar ellas mismas esta tarea. Como fase siguiente del proceso impregnaban las plantillas con un pegamento y las presionaban sobre moldes de madera que a través de una prensa circular llegaban al siguiente puesto de trabajo al que correspondía la tarea de rasgar o separar. Esta trabajadora separaba la plantilla del zapato de las maderas y las colocaba cuidadosamente a un lado de la caja de transporte. La que estaba encargada de la labor de separación de la plantilla de la madera, añadía las correspondientes armaduras de madera, que con la plantilla interior y la armadura preparaban las siguientes operaciones de trabajo.

Las preparadoras comenzaban su trabajo independientemente de la cadena y terminaban también antes. Dentro de determinados límites podían realizar, su trabajo o bien de forma más rápida, o bien más despacio. Si trabajaban de forma más rápida que la velocidad de la cadena, esto es, si trabajaban de forma mucho más rápida de lo que le era posible a la trabajadora encargada de separar la plantilla del molde de madera, podían almacenar las piezas ya preparadas y devolver las maderas según su propia actividad a la cinta. De esta manera podían las preparadoras abandonar su puesto de trabajo para descansar o para desayunar o para charlar con otras trabajadoras tal como ellas querían.

Las trabajadoras encargadas de la operación de separar la plantilla del molde de madera, por el contrario, tenían que realizar su trabajo acorde con la velocidad de la cadena y no podían establecer su ritmo de trabajo independientemente del ritmo de la misma. Mientras que las trabajadoras que hacían la preparación del trabajo tenían una cierta responsabilidad, por ejemplo, en cuanto a la adecuada elección del tamaño de la plantilla, aquellas otras trabajadoras que realizaban las tareas de ajustar la plantilla y la estructura del zapato tenían que hacerlo de forma exacta y tenían la responsabilidad de observar los números de calzado prescritos dentro del programa diario de fabricación.

Las 13 diferentes funciones o tareas a realizar que tenían lugar en cada una de las 40 cadenas de fabricación se implantaron por el departamento de organización de la empresa después de un detenido estudio y cálculos de cada uno de los procesos de fabricación. Estas funciones no presentaban grandes diferencias por lo que se refiere a las exigencias, sean de tipo físico o de capacidad de terminación, a pesar de que algunas de estas operaciones por parte de las trabajadoras se consideraban como difíciles o como "más sucias". Por estos motivos se concedió una bonificación adicional a tres trabajadoras por cada una de las cadenas. Todas las demás trabajadoras percibían el mismo salario, incluyendo las que preparaban el material. Todas las trabajadoras estaban de acuerdo en que las tres funciones mencionadas justificaban plenamente las pequeñas compensaciones especiales y no existía ningún celo entre aquellas trabajadoras que ganaban más o menos.

Sommer recordó que cuando se establecieron las cadenas las trabajadoras que preparaban el trabajo no disponían de ningunos peones adicionales; añora bien, los responsables de la preparación del trabajo y del "Departamento de organización" habían considerado necesario después de un mes de puesta en marcha de las cadenas, realizar algunas modificaciones o innovaciones. Los responsables de la "Oficina de preparación del trabajo" tuvieron la siguiente idea:
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"Si nosotros ponemos a disposición de las que preparan el trabajo unos peones, estas trabajadoras pueden actuar en otros lugares de la cadena, cuanto otras trabajadoras de esta cadena tuvieran que abandonar por períodos muy cortos de tiempo el trabajo de tal manera que les sustituyesen. "
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Los controladores de tiempo establecieron cálculos oportunos y llegaron a la conclusión de que con la introducción de los peones se podían ahorrar una serie de trabajadoras auxiliares, con lo que tampoco era necesario que las trabajadoras encargadas de la preparación del trabajo tuvieran que inmiscuirse en la cadena. En su conjunto se calculó para esta modificación de la organización una reducción de costes en el departamento de fabricación.

El primer intento pareció confirmar esta opinión; pero después de unos cuantos meses se llegó a la conclusión de que los resultados no correspondían a las expectativas. Por este motivo el "Departamento de preparación de trabajo y organización" determinó que la división original tenía que volverse a introducir, esto es, que las trabajadoras encargadas de la preparación del material no tuvieran ningún peón de ayuda. Lo cual tuvo como consecuencia que al introducir nuevamente el antiguo sistema las trabajadoras que preparaban el material tenían que separar lo mismo que antes el papel protector del forro de la plantilla, tenían que trabajar de forma regular durante todo el día y no podían abandonar, como lo habían hecho en la segunda fase de la organización, su puesto de trabajo una media hora antes. Tampoco les era posible poder almacenar en este tercer estadio material para poder lograr tiempos libres para charlar o para atenciones personales.

Esta innovación, esto es, el retroceso a la vieja organización del trabajo tenía que introducirse de acuerdo con la opinión de la "Oficina de preparación de trabajo y de organización" de forma pausada en los departamentos de fabricación. En un principio se tenían que ir retirando los peones de unas pocas cadenas. Por último, también se llegó a la conclusión de que las trabajadoras encargadas de la preparación del material se tenían que ayudar, de manera que en los dos días primeros tenían que disminuir considerablemente la velocidad de la cadena. A pesar de esta disminución, se garantizaba a las trabajadoras el sueldo completo, aun cuando la producción no alcanzase las normas previstas. Al tercer día después de la introducción, se tenía que empezar ya a trabajar de acuerdo con los datos del plan y alcanzar las velocidades normales lo que implicaba que se esperaba de las trabajadoras que preparan el material, que adoptasen las prestaciones exigidas. En el caso en que no llegasen a alcanzar estas cuotas necesarias de preparación de material y como consecuencia se tendrían que detener las cadenas de vez en cuando hasta que se dispusiese de los productos preparados necesarios, llevaba necesariamente a que las cifras de producción prescritas no se alcanzaban en las distintas cadenas con lo que el salario se ajustó solamente a las cantidades efectivamente producidas.

La señora Weber era la encargada del primer grupo de cadenas de producción que se vieron afectadas por esta innovación. Antes de ser nombrada encargada de esta cadena fue durante quince años trabajadora y una persona de confianza en todas las funciones de trabajo correspondientes a la cadena de fabricación de zapatos. A pesar de que la señora Weber era respetada por todas sus compañeras éstas no tenían ningún problema para nada con ella, como si fuera una igual.

Cuando la señora Weber comunicó a las trabajadoras encargadas de la preparación del calzado que en el futuro no dispondrían de ningún peón para ayudarles en la tarea éstas opinaron que ésto significaba "otro método de fabricación para cargarnos con más trabajo". Las trabajadoras que preparan el material presionaron a la señora Weber con preguntas de porqué se introducían estas modificaciones a lo que la señora Weber contestó: "¿Cómo voy a saber yo? Yo hago lo que se me encarga y no planteo ninguna pregunta y os recomiendo que vosotras hagáis lo mismo".

El primer día de este nuevo programa no estuvo la señora Weber, con tanta frecuencia en la cadena de fabricación como era su costumbre; aparentemente se escudaba en excusas más o menos justificables. Una de las trabajadoras que preparaba el material, Kátni , no podía ni siquiera mantener la misma velocidad que necesitaba la preparación del material con la velocidad ya reducida de la propia cadena. Por lo que la cadena tuvo que interrumpirse varias veces hasta que se disponía del material preparado por estas trabajadoras. Kátni se había colocado en esa cadena durante la segunda fase y pertenecía a aquellas trabajadoras de la fase de preparación y hacía sido colocada de nuevo en este período en el departamento de fabricación. Era precisamente la "única nueva" en el primer grupo que se veía afectado por la innovación arriba mencionada. Las relaciones de Kátni con el resto de las trabajadoras eran muy cordiales. Antes de la introducción de la "nueva-vieja" organización ayudaba frecuentemente a las otras trabajadoras de su cadena en los momentos que tenía disponibles. Muchas de sus compañeras intentaron en este primer día de la innovación ayudar por su parte a Kátni y se ofrecieron a separar el papel protector del forro de la plantilla. Kátni rechazó esta ayuda: “¡No necesito ayuda!".

Durante el segundo día se incrementó la velocidad de la cadena. Casualmente apareció una amiga de Kátni que en épocas anteriores trabajaba en el departamento de fabricación. Esta amiga se sentó junto a Kátni y le ayudó durante el segundo día. Gracias a ello fue posible que la cadena de Kátni en este segundo día alcanzase la producción prescrita de fabricación de zapatos. Sin embargo, esto no se logró con la capacidad de prestaciones propias de Kátni.

Por último, durante el tercer día, se implantó en la cadena la velocidad existente al principio y todas las trabajadoras percibían su retribución de acuerdo con el destajo, esto es, de acuerdo con el número de zapatos fabricados. Kátni no tomó ninguna iniciativa para acelerar su ritmo de trabajo. La señora Weber no tardó en dirigirse a ella y concretamente con las siguientes palabras: "¿Qué es lo que te crees, Kátni? Con tu comportamiento no logras nada. Cuanto más rápidamente abandones tu terquedad y comiences a trabajar tanto mejor para tí".

Kátni le contestó: "¿Por quién me has tomado? Para mí es totalmente ímposible poder hacer este trabajo extra y no tengo previsto hacer estas prestaciones".

En el transcurso del turno de mañana se produjo ya una cierta intranquilidad entre las otras trabajadoras de la cadena. Su comportamiento generalmente amistoso se transformó en un comportamiento agrio. Así pudieron escucharse las siguientes conversaciones: "¿Quién te crees que eres? ¿Qué es lo que te has creído? ¿Pero no ves que estás deteniendo todo nuestro trabajo?".

A lo cual contestó Kátni: "o se me vuelve a dar el peón que me ayude, o se me facilitan a mí los forros de las plantillas sin papel protector. Antes abandono todo mi trabajo que realizar todos estos trabajos adicionales sin una compensación adicional".

Estos comentarios se conocieron naturalmente en las otras cadenas que aún no se habían visto afectadas por esta innovación y otras trabajadoras de la fase de preparación del material acudieron a Kátni a señalarle: "Tienes razón, Kátni, no te dejes asustar, no te vendas tan barato".

Este era aproximadamente el cuadro que se encontró el señor Rolf Sommer cuando se encontraba en el camino a la cantina de la empresa. Se decidió que había que hacer algo cuando regresase del almuerzo. Pero lo que no tenía claro es qué es lo que tenía que hacer.

CASO: POLLO CAMPERO

El 2 de agosto de 2005, el Sr. Juan José Gutiérrez, presidente y CEO de Pollo Campero, se encontraba con su equipo gerencial, definiendo la posición competitiva que Pollo Campero iba a tener en el mercado asiático en los próximos 5 años. Esta posición estratégica incluía abrir 500 restaurantes Campero comenzando con tres restaurantes en Shangai, China y uno en Yakarta, Indonesia. La pregunta que el Sr. Gutiérrez hacia a su grupo de gerentes era: ¿Cuál debía ser la estrategia que seguir para alcanzar esta meta y crear una posición única y sostenible en este mercado? Como punto de partida de esta discusión, el grupo de gerentes hacía un análisis de la situación actual de la empresa, sus ventajas competitivas, sus factores claves de éxito y las diferentes estructuras y formas de trabajar de la empresa en los diferentes mercados en los que competía en ese momento: Guatemala, el resto de Centroamérica, el sur de México, Ecuador y Estados Unidos.

Un poco de historia
Pollo Campero, una cadena de restaurantes de servicio rápido de pollo, inició sus operaciones en 1971, cuando su fundador el Sr. Dionisio Gutiérrez, decidió aprovechar la oportunidad de comercializar los productos de las granjas avícolas que su padre el Sr. Juan Bautista Gutiérrez había creado en los años 60.

Desde sus inicios, Pollo Campero había sido una empresa familiar caracterizada por sus valores y su compromiso con el desarrollo de Guatemala. Es precisamente por su entrega a las causas sociales, que Don Dionisio fallece en 1974 y su hijo, el Sr. Juan José Gutiérrez toma el liderazgo de la empresa en 1982.

En 1994 Pollo Campero comienza su expansión a través del concepto de franquicias, lo cual significaba que la compañía habría sus puertas a inversionistas que deseaban establecer restaurantes Campero en otros países. Estas franquicias debían pagar un monto inicial y posteriormente hacer pagos periódicos y recibían a cambio asesoría integral en selección de ubicaciones de restaurantes, arquitectura y construcción, planificación estratégica, operaciones, sistemas de información, finanzas y auditoría, capacitación, mercadeo y ventas.

El concepto Campero había sido muy exitoso y había permitido a la empresa, a inicios del 2005, contar con 160 restaurantes propios y más de 30 restaurantes operados por medio de franquicias en 9 países del mundo, un grupo de colaboradores de aproximadamente 7,000 personas y ventas anuales de US$ 300 millones al atender a más de 75 millones de clientes por año.

La Gran Familia Campero

Desde sus inicios, Pollo Campero había establecido el desarrollo de su recurso humano como una parte central de su estrategia. Es así como la empresa ofrecía a sus colaboradores condiciones laborales muy competitivas que la hacían un excelente lugar para trabajar. Entre los factores de motivación y desarrollo no solo se ofrecían salarios muy superiores a la media de la industria, sino que se brindaba un paquete de beneficios que incluía clínicas médicas, clínicas dentales, servicios de oftalmología, alimentación gratuita, transporte nocturno en situaciones especiales y un sistema de indemnización universal, que significaba que tanto los empleados a los que se les pedía que dejaran la empresa sino a aquellos que renunciaban gozaran de una indemnización completa.

Adicionalmente, la empresa contaba con una Asociación Solidarista que ofrecía oportunidades de ahorro y préstamos en condiciones muy favorables. Este enfoque de inversión en el recurso humano iniciaba con el proceso mismo de reclutamiento y selección del personal. Se escogían colaboradores con un enfoque en el servicio al cliente, atención de los detalles y búsqueda de la excelencia. Todos los empleados que ingresaban en la compañía pasaban por un proceso de inducción y desarrollo de habilidades en la Universidad Campero, el cual incluía la formación en cuanto a los valores y la cultura organizacional basada en la excelencia, la confianza, el respeto y la familiaridad, y también recibían capacitación técnica sobre los procesos operativos de la compañía.

Gestión de calidad: una fuente de innovación y ventaja competitiva.
El área de gestión de calidad era una de las partes medulares de la estrategia de Campero. Esta área tenía como objetivo trabajar en forma integral para asegurar la calidad y la innovación, no solo de los productos sino también de los servicios y los procesos de la empresa. En Campero, la gestión de calidad estaba basada en tres objetivos fundamentales: aumentar la rentabilidad del negocio (por medio de la disminución de los desperdicios, el aumento de la productividad y la reducción de problemas de calidad), aumentar la satisfacción de los clientes y trabajar bajo una filosofía de mejoramiento continuo.

Una característica muy sobresaliente del sistema de calidad era su enfoque en la medición continua. Esta medición, que incluía encuestas, evaluaciones periódicas y visitas de clientes ficticios, permitía a la empresa analizar las opiniones de los clientes, identificar oportunidades de mejora e implementar soluciones en conjunto, es decir, el equipo de calidad trabajaba de la mano con los colaboradores de los restaurantes para asegurarse de que el sistema funcionara cada vez mejor. Existía, en general, una cultura de información, en donde todas las decisiones que se tomaban estaban basadas en las tendencias del mercado y el desempeño de la compañía en todas sus dimensiones. Además, este sistema de calidad estaba respaldado por soluciones de alta tecnología que trabajaban en los diferentes puntos de control de calidad que cubría todos los procesos operativos de la empresa.

Un aspecto muy importante era que el sistema no solo estaba en manos de un pequeño grupo de colaboradores, sino que estaba orientado a la participación de todos los miembros de la organización y estaba basado en el “refuerzo positivo de las buenas acciones”. Todos los empleados de la empresa sabían que Campero trabajaba bajo los más altos estándares de calidad mundial y estaban comprometidos con garantizarles a los clientes un producto y un servicio de excelente calidad.

Ahora bien, ¿Cómo había logrado la empresa convencer y motivar a sus empleados para trabajar de esta forma? De acuerdo con el Sr. Mauricio Sánchez, gerente de Gestión de Calidad e Investigación y Desarrollo, el sistema de calidad estaba basado en un proceso de educación y convencimiento de los colaboradores sobre la importancia de la calidad y la satisfacción de los clientes. Además, el esquema de compensación estaba ligado a objetivos de calidad de tal forma que cuando un cliente tenía un problema o una inquietud, todo el sistema se enfocaba en resolverlo de la mejor manera y en el menor tiempo posible. Adicionalmente, Campero había implementado un sistema de refuerzo positivo que le permitía a los empleados sobresalir cuando hacían algo muy bien y que por consiguiente agradara particularmente a un cliente.

La importancia de la responsabilidad social y ética del administrador.

Lo arriba presentado son ejemplos de administrador cualitativo, cuantitativo y de toma de decisiones respectivamente. Como se ve en los ejemplos un buen administrador siempre debe estar al tanto de sus colaboradores, ver cómo llevar a cabo la administración sin perjudicar a las personas y a la vez obtener los mejores resultados para la empresa, debe ser un buen líder que motive, comunique, resuelva problemas e incentive a sus colaboradores. Es importante redes de comunicación con todos los niveles de la empresa, es fundamental para llegar a acuerdos y solucionar problemas.

            Y para ser buen líder se debe tener una ética profesional y personal sino intachable pero si congruente con lo que el administrador es y con lo que se quiere de los colaboradores, no se puede exigir algo que el administrador no está dispuesto a llevar a cabo.


2011,10. Casos prácticos de administración. William Guevara. Obtenido 07, 2017, de http://willamguevaras.blogspot.mx/)

Martínez Martínez, M. Á. (1989). Casos prácticos: política económica de la empresa. Obtenido de: http://dspace.uah.es/dspace/bitstream/handle/10017/3723/5900907601.pdf?sequence=1

Caso 11: Pollo campero obtenido de: